De la condenación eterna.
Mateo: 10:26-28
26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
El Señor nos salvó de la condenación eterna, del fuego del infierno en donde serán echados el diablo y sus ángeles.
Marcos: 9:43-48
43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,
44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado,
46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno.
De la ira de Dios.
Romanos 5:8-9
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Por ello somos salvos de la ira de Dios que caerá sobre quienes no reciben a Jesucristo como su salvador.
De esta perversa generación.
Hechos 2:39-40
39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
“Perversa” se traduce del griego “skolios” que, entre otras cosas, significa: “Retorcido, difícil de soportar y maligno”
La perversa generación de este tiempo se caracteriza por la violencia, la maldad, degeneración, perversión, corrupción y cosas similares, gente que, pretendiendo ser sabia e inteligente, se opone a Dios y todo lo relacionado con Él.
Concluyo con esto la salvación NO se pierde ya que es a moral quienes nos perdemos somos nosotros.
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