Dificultades Biblicas: ¿Cambia Dios o no cambia?

¿Cambia Dios o no cambia?

Génesis 6:6, pero la misma pregunta se hace sobre Malaquías 3:6 Éxodos 32:14; Jonás 3:10

Dios no cambia

(Malaquías 3:6) - "«Porque yo, Jehová, no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.."

Dios cambia

(Génesis 6:6,7) - "Y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Por eso dijo Jehová: «Borraré de la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, pues me arrepiento de haberlos hecho»."

(Éxodos 32:14) - "Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo habría de hacer a su pueblo."

(Jonás 3:10) - "Vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino, y se arrepintió del mal que había anunciado hacerles, y no lo hizo."

Cuando Dios dice que Él no cambia, Él se refiere a su naturaleza y a su carácter. Eso no significa que Él no cambia la forma en la que Él se manifiesta o la forma en la que Él trabaja con su gente a través de la historia.

Cuando la Biblia nos dice que Dios se "arrepintió" o que, en otras traducciones "cambió de parecer", significa que desde el punto de vista humano Dios NO actuó como ellos esperaban que Él actuara. En otras palabras, desde el punto de vista humano, Dios decidió no hacer lo que ellos esperaban que Él hiciera.

Pero sabemos que debido a la naturaleza omnisciente y eterna de Dios, Él sabe todas las cosas desde la eternidad, y que aunque a nosotros nos dé la impresión acerca de cuál sería la respuesta que esperaríamos de Él en ciertas circunstancias, en realidad Él siempre sabe cuál será el plan final que tiene en mente antes del suceso.

En la historia de Jonás, vemos cómo cuando la gente de Nínive se arrepintió, Dios decidió no destruirlos, pero aunque a Jonás le haya dado la impresión de que Dios había decidido destruirlos, en realidad Dios sabía que ellos se arrepentirían y que al final Él no los destruiría.

Dios nos dice que si no nos arrepentimos, Él nos dará el castigo de nuestro pecado, pero ya Dios sabe por adelantado quién se arrepentirá y quién no, aunque somos nosotros quienes en el pasado presente para Dios, hemos decidido si nos arrepentimos o no nos arrepentimos. Ese atributo de Dios hace que nuestra mente limitada y finita se haga más diminuta si intentamos compararnos a su infinito conocimiento, sabiduría, y misericordia.