¿Se justifica la muerte de un hombre por reunir leña el sábado?
Números 15:32
(Números 15:32-35) - "‘Cuando los hijos de Israel estaban en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en sábado. Los que lo hallaron recogiendo leña lo llevaron ante Moisés, Aarón y toda la congregación. Lo pusieron en la cárcel, porque no estaba determinado qué se le había de hacer. Entonces Jehová dijo a Moisés: «Irremisiblemente ese hombre debe morir: apedréelo toda la congregación fuera del campamento». La congregación lo sacó fuera del campamento, y lo apedrearon hasta que murió, como Jehová había mandado a Moisés."
Recoger leña no era malo. Hacerlo era necesario para cocinar y para crear fuego y mantenerse caliente en noches frías. Pero el problema surgió porque este hombre deliberada y flagrantemente se puso a recoger leña, en otras palabras se puso a trabajar, un día en que no debía hacerlo.
Él lo pudo haber hecho los 6 días anteriores, pero no el sábado ya que Jehová le había dado a su pueblo 6 días para trabajar, pero uno lo quería para que su gente descansara y a la vez le adorara. Guardar el sábado fue una prueba de obediencia y al hacerlo, los israelitas recibían un beneficio físico del cual no estaban conscientes, pero del que Dios sabía perfectamente bien.
"Así que guardaréis el sábado, porque santo es para vosotros; el que lo profane, de cierto morirá. Cualquier persona que haga alguna obra en él, será eliminada de su pueblo. Seis días se trabajará, pero el día séptimo es día de descanso consagrado a Jehová. Cualquiera que trabaje en sábado, ciertamente morirá".," (Éxodo 31:14-15).
Al parecer, la actitud de este hombre retó, no solamente la orden estricta de Jehová, el Dios que los había librado de Faraón, que les había abierto el mar para que cruzaran, quien les había alimentado por 40 años en el desierto, que les había dado de beber a partir de una roca en medio del desierto, etc. sino que la población se sintió retada por la abierta falta de respeto a las leyes de ese mismo Dios a quien tanto los israelitas tenían qué agradecer.
Además, la severidad del castigo se debió a que aparentemente este fue el primer castigo público por una ofensa a
Yo doy gracias porque en estos tiempos de la gracia Dios nos da constantes oportunidades de arrepentimiento debido a que Jesucristo está a Su diestra constantemente intercediendo por nosotros, pero en aquellos tiempos, cuando solamente era
Que Dios tenga misericordia de todos nosotros, pues... ¡todos hemos pecado!
Gracias por Jesús.
Gracias por su sacrificio.
Gracias por su sangre.
Gracias por la gracia.
Gracias porque todavía hay lugar para que "todos procedan al arrepentimiento" .
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