EL SERMON EXTEMPORANEO.
Este estilo de predicación es espontáneo y usualmente se presenta sin notas en el tiempo de la exposición. A menudo se le da al tema previamente, una buena porción de cuidadosa reflexión, llenando la mente y el corazón de los aspectos vitales del mensaje.
Este estilo es a menudo utilizado para presentar un tipo de sermón más inspirador. De esta manera, los mensajes evangelísticos pueden ser expuestos con efectividad. El sermón fluye del corazón y a menudo produce una fuerte relación emocional.
Esta clase de predicación puede ser emocionante y estimulante cuando es presentada por un predicador experimentado. Hace un llamado a las emociones a la vez que informa a la mente.
Hay dos debilidades potenciales en este estilo. La primera, es que a menudo carece de significado contextual y las mentes de los oyentes no reciben edificación. La segunda, es que la presentación puede llegar a convertirse en demasiado emocional y llegar a ser irracional y carente de convicción.
En resumen.
Creo que el uso de las notas tipo telegrama combina las mejores características de los otros estilos. Las notas no son tan pesadas que el predicador quede sumergido en ellas.
Tiene espacio para ser flexible y su mente permanece abierta a la inspiración renovadora, incluso mientras está predicando.
Por otra parte, tiene un formato ordenado de pensamiento delante de él. No se yergue ante su audiencia para hablar cosas de la cabeza.
Las notas tipo telegrama son recomendables tanto para la enseñanza como para la predicación. El modelo de enseñanza requiere usualmente un tratamiento más completo del tema, de manera que es esencial algún tipo de notas.
Es difícil para un maestro cubrir adecuadamente su tema sin la ayuda de algunas notas. Por lo tanto, yo les animo a concentrarse mayormente en dominar las notas tipo telegrama. Use este método en sus tiempos de estudio. Cuando medite sobre
Esto le ayudará también cuando tenga que construir su mensaje. La familiaridad con este estilo de tomar notas, le ayudará inmensamente cuando tenga que practicar.
Ayuda a entrenar su mente en patrones ordenados de pensamiento. Esto hace también que sea más fácil de escuchar y más articulado.
Es necesario entonces que, en primera instancia, tenga definidos los dos grandes géneros de mensajes:
a. El sermón de edificación.
b. El Sermón evangelístico.
Los dos tienen orientaciones totalmente diferentes. Por tal motivo es necesario que hagamos, no solo la diferencia, sino que tengamos definido en qué consiste cada uno.
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