¿El Hombre Ha Visto a Dios o No?
– Exodo 24:9-11; 33:11; 6:2-3; Juan 1:18 –
Los críticos han imputado que pasajes como Juan 1:18; Exodo 33:20 y Génesis 32:30 se contradicen el uno al otro. En Juan 1:19 el apóstol escribió: “A Dios nadie le vio jamás; ...” En Exodo 33:20 Dios dijo a Moisés: “... No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”.
Pero Génesis 32:30 registra a Jacob diciendo: “... Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”. ¿Juan y Moisés – dos de los escritores mas influyentes de
No, claro que no.
Eso es exactamente lo que ha sucedido en tales pasajes como Juan 1:18 y Génesis 32:30. Los pasajes parecen contradecirse el uno al otro, pero cuando son considerados en su contexto apropiado no se contradicen porque no están hablando de Dios siendo “visto” en el mismo sentido. Varias ilustraciones de este principio pueden ser encontradas en
Primero
Entonces la voz desde la zarza ardiendo resonó: “... Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob” (Ex. 3:6a). El texto indica que “... Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios” (3:6b).
Como Moisés habló a la zarza ardiendo en la falda de la montaña, ¿se estaba dirigiendo a Dios? Claro que si, como lo enseña claramente el pasaje. Pero ¿enseña también el pasaje que a medida que observaba la zarza, Moisés tuvo miedo porque consideró que estaba “mirando” a Dios? Si, Exodo 3:6b así lo declara.
Cuando Moisés vio la zarza ardiendo, ¿realmente “vio” a Dios? No. Vio una imagen que como humanos podemos comprender. La zarza era una representación de Dios – una ocasión donde algo toma el lugar de Dios.
Segundo, considere a Job “viendo” a Dios en un torbellino (Job 38:1 y Sigs; cfr. 42:5). Job había hecho una jactancia condenable que lo puso en serios problemas con Dios. Súbitamente un torbellino apareció ante Job – del cual resonó la voz de Dios: “2¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? 3Ahora ciñe como varón tus lomos; yo te preguntaré, y tú me contestarás” (Job 38:2-3). Job miraba al torbellino y escuchaba a Dios. Pero ¿realmente estaba Dios en el torbellino? ¿Vio Job a Dios realmente cuando miraba estaba fuerza maravillosa de la naturaleza? No. En lugar de eso, Job vio una manifestación de Dios que un humano pudiera comprender. El torbellino “tomó el lugar de Dios”.
Tercero, considere a Jacob “viendo” a Dios mientras luchaba con un ángel (Gén. 32:24-30). Luchó desde la noche hasta que rayaba el alba con este ser celestial y dijo finalmente: “Vi a Dios cara a cara” (v.30). ¿Era realmente Dios lo que vió Jacob? No, él no vio a Dios sino que mas bien presenció a un representante de Dios. Un ejemplo similar puede ser encontrado en el caso de Manoa (el padre de Sansón), registrado en Jueces 13. En este caso, el pasaje dice que Manoa y su esposa fueron visitados por el “Angel de Jehová” (13:13) quien les informó del inminente nacimiento de su hijo.
Acto seguido, Manoa dijo: “Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto” (13:22). Nuevamente, es necesario preguntar: ¿Realmente fue a Dios lo que vieron Manoa y su esposa? No, ellos no vieron a Dios sino que en lugar de eso presenciaron una manifestación de Dios (tal como la tuvo Jacob) a través del ángel. [NOTA: Un paralelo fascinante puede ser visto en la declaración de Gedeón en Jueces 6:22 cuando exclamó: “... he visto al ángel de Jehová cara a cara”].
Entonces, ¿cuál es la explicación de la aparente contradicción entre pasajes tales como Jn. 1:18; Ex. 33:20, y Gén. 32:30? ¿Cómo pueden las Escrituras declarar que “a Dios nadie le vio jamás” (Jn. 1:18) o que “... no me verá hombre, y vivirá” (Ex. 33:20), mientras declara en otra parte que Jacob vio a Dios “cara a cara” (Gén. 32:30) y que Manoa y su esposa habían “visto a Dios” (Jueces 6:22)? E.G. Sewell proporciona una respuesta parcial a esta clase de pregunta cuando escribió: “Cuando Jacob es representado como diciendo que vio a Dios, era solamente un ángel de Dios el que le apareció en forma de hombre. En Oseas es llamado un ángel (12:2-3), de manera que en ese caso Jacob de ninguna manera vio el rostro de Dios, sino solamente a un ángel de Dios” (1921, Pág. 274).
Una ilustración de este mismo punto puede ser encontrada en la encarnación de Jesús. El apóstol Pablo, discutiendo la deidad de Cristo, anotó que como miembro de
Pero no vieron la verdadera imagen de Dios (eso es, como un Ser espíritu – Jn. 4:24), o ¿en lugar de eso vieron una encarnación de Dios mientras Jesús moró aquí en una forma física? La respuesta es obvia de la explicación de Juan en los primeros pocos versículos del capítulo uno de su Evangelio. Todo esto aclara que mientras Jesús es Dios, también se hizo hombre “de manera que en la historia pudiera revelar al Dios a quien el hombre jamás ha visto” (Pack, 1975, Pág. 39).
Por eso la próxima vez que alguien tome dos o tres palabras citadas de
No hay comentarios:
Publicar un comentario