¿Puede un creyente ser poseído?

REMEDIOS CONTRA LAS INFLUENCIAS DEMONIACAS.

Hay muchos creyentes que han ayunado, orado, atado, reprendido, clamado y no han obtenido ningún resultado. Han crucificado la carne, pero todavía dentro de ellos tienen deseos compulsivos que lo llevan hacer lo malo.

Es algo que esta fuera de su control, en su cuerpo, en su mente, en sus emociones, y en sus áreas sexuales. El remedio contra los demonios es expulsarlos y echarlos fuera. Pero como a muchos se les ha enseñado, que ningún creyente puede estar influenciado por el diablo y que cuando recibe a CRISTO en ese mismo momento es libre de todo, pero siguen por mucho tiempo arrastrando cosas del pasado que los controla y los oprime.

¿Puede un creyente ser poseído?

Por su puesto que un creyente " NO " puede estar poseído por demonios, ya que el ESPIRITU SANTO vive dentro de la persona y el maligno no le puede tocar (el ESPIRITU SANTO no puede cohabitar con un demonio)

Pero la palabra de DIOS habla que un creyente puede darle lugar l enemigo con sus acciones.

Efesios: 4:27

Ni deis lugar al diablo.

Cuando un creyente camina en obediencia al señor y no le da lugar al enemigo, este no puede hacer nada en su contra. Ahora, si la persona sede un poco de su terreno, para que el opere, le esta dando un DERECHO LEGAL. El no tiene poseída nuestra vida, pero tiene un pequeño rincón de ella.

Desde ese terreno, controla y envía DESEOS LUJURIOSOS, PASIONES DESORDENADAS, ENVIDIAS, que oprimen al creyente con depresión.

Cuando hablamos de POSESION, nos estamos refiriendo a adueñarse de alguien en espíritu, alma y cuerpo; es estar completamente controlado por demonios. Esto aplica a los inconversos; sin embargo, la opresión implica influencia para los creyentes. Vemos, por ejemplo, como fue influenciado pedro en un instante, su pensamiento fue cargado de compasión en la carne, de ahí en adelante Satanás le ciega el entendimiento a tal punto que llega a negar tres veces consecutivas a CRISTO. Solo es libre de esa influencia cuando CRISTO lo mira compasión y el ESPIRITU SANTO, le da convicción de pecado y arrepentimiento. Y dice la palabra que lloro amargamente.