Danzando.
Siendo que el danzar es una forma de adoración altamente demostrativa y emocional, ha sido confrontada con gran oposición y críticas, sobre todo, de parte de las personas religiosas conservadoras. Debido a esta controversia, he conferido más espacio a la consideración de este tema.
Danzar implica (envuelve) el uso de todo el cuerpo para expresar alegría, alabanza y adoración delante del Señor. El término en hebreo y en griego traducido como “danzar” en las Escrituras, tiene una variedad de significados, incluyendo “saltar, brincar, levantar los pies”, etc.
Estas traducciones indican algo de la naturaleza espontánea y sin estructura del danzar. Este tipo de danzar no es usualmente efectuado en conformidad con movimientos prescritos y programados, sino que es una reacción simple y espontánea de gozo delante del Señor.
Un incidente tal como el registrado en Hechos 3:8, en el cual un hombre que había sido inválido antes, salió “...andando, y saltando, y alabando a Dios”, ahora puede verse en una luz diferente.
Esto es particularmente así cuando recordamos el papel integral que la danza siempre ha jugado en la adoración de los hijos de Israel.
“Alaben su nombre con danza…” (Sal 149:3).
“Alabadle con pandero y danza…” (Sal 150:4).
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