Ingredientes De
Consideremos por un momento algunos de los ingredientes o componentes que notamos en estas formas de alabanza.
a. Expresiones Físicas. Son las reacciones físicas y demostraciones de percepciones espirituales. La alabanza y adoración son inicialmente una respuesta interna del corazón a la revelación de Dios y Su grandeza. Para que éstas lleguen a ser alabanzas genuinas, tienen que ser manifestadas.
b. Sonidos Audibles. La excepción posible es BARAK, arrodillarse en adoración; tal postura de adoración podría ser demostrada silenciosamente. Sin embargo, también podemos arrodillarnos y cantar o dar aclamaciones a Dios.
c. Acción Física. La alabanza demanda o requiere una participación activa de tipo físico. No siempre puede ser silenciosa e inactiva. La alabanza es algo que HACEMOS.
d. Liberación Emocional. Alabar a Dios NO es un ejercicio emocional; es una actividad espiritual. Sin embargo, requiere liberación emocional.
Demasiados cristianos sienten temor de las expresiones emocionales. Ellos siempre tratan de suprimirlas, creyendo que son carnales o físicas. Las expresiones bíblicas de las alabanzas requieren una liberación emocional positiva y controlada.
Dios nos dio las emociones, y su propósito es para que le glorifiquemos. David dijo: “Bendice alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre” (Sal 103:1). Eso incluye nuestras emociones. Las emociones humanas tienen que tener expresión.
Si no proveemos una liberación positiva y saludable a las mismas, entonces, produciremos una liberación negativa e insalubre (malsana). Alabar a Dios es la manera más saludable de liberar sus emociones. Es la manera ordenada por Dios.
e. Reverencia. Toda expresión genuina de alabanza debe ser reverente. Reverenciar es honrar y estimar a alguien con propiedad (debidamente).
Nunca se deberá permitir que las formas de alabanza degeneren en excesos irreverentes. Alabar a Dios NO es una mera forma de gozarnos a nosotros mismos.
La alabanza no es primariamente para el gozo o regocijo del hombre, aunque sí disfrutamos de su expresión. Es, y siempre deberá ser, una manera de expresar reverencia a Dios.
Al liberar nuestras emociones libremente en alabanzas, lo cual es tanto bíblico como legítimo, debemos evitar cuidadosamente los excesos y no dar un espectáculo carnal. La reverencia genuina es siempre un componente esencial de la alabanza.
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